Arranca el mes de septiembre y comienza el curso escolar. Primero los más pequeños, luego los chicos de Secundaria y por último, los universitarios. Es el momento de que las calles de las ciudades se llenan de estudiantes. Siempre que una ciudad tiene ambiente estudiantil parece que tiene más vida. Por ejemplo me ocurre con Salamanca, un lugar famoso tanto por su día como por su noche. Sin embargo, antes de comenzar el curso hay que elegir donde permanecer durante los nueves meses.

Hasta hace años estudiar un Máster era un privilegio solo reservado para las familias de ingresos altos. Siempre se decía que solo las familias pudientes, es decir, los niños de papá podía hacerlo. Con el paso del tiempo se ha demostrado que no, que hay centros de estudios que tienen máster a un precio asequible y que ponen todas las facilidades para poder entrar en el mercado laboral.