Recuerdo allá por los noventa cuando las técnicas de reproducción asistida estaban empezando a ponerse de moda, que un gran sector de la población se ponía en contra de estas técnicas alegando factores morales. Es curioso que mucho tiempo después se de la vuelta a la tortilla, y ahora la donación de material genético sea causa de una decisión moral por las parejas que no pueden tener descendencia, debido a diferentes factores.
El ritmo de vida que llevamos está afectando a la natalidad, pues las cifras indican que los nacimientos de la primera mitad de 2019 han sido los más bajo de la historia (de los registros que empezaron en 1941). Existen muchos factores que hacen que estos datos cobren datos, pero principalmente es el retraso en la decisión de tener un hijo por parte de las madres, ya que cada vez se retrasa más la edad debido a la dificultad por alcanzar una posición de estabilidad en el mercado.
Pero no solo las madres son parte del factor decisivo, en muchas casos los hombres también son causa directa de la decisión, pues la infertilidad en los hombres también ha aumentado. Y lo más importante es que a pesar de que este es un factor decisivo, puede conocerse de antemano pues a veces hay tratamiento, tal y cómo veremos en el siguiente apartado en el que hablamos de las principales causas de infertilidad en los hombres.
Una de las maneras formas de conocer la calidad del semen es acudir a centros especializados de donación. Personalmente confío en IVIdono, una clínica que forma parte de IVI, empresa líder en reproducción asistida. Además, con la excusa de comprobar la calidad del semen puedes hacer feliz a alguien donando semen, todo son ventajas.
Las principales causas de infertilidad masculina
En primer lugar vamos a hablar de la poca calidad del semen. Algunos problemas hormonales, anatómicos e inmunitarios, e incluso factores ambientales, pueden provocar una carencia de espermatozoides y otros trastornos del semen. El análisis de una muestra de semen en el laboratorio (espermiograma) proporciona información sobre la cantidad y la calidad de los espermatozoides. Este análisis determina la concentración de espermatozoides, su movilidad, su forma y su vitalidad en el eyaculado analizado. Además, puede evaluar la posible aglutinación del esperma, la presencia de células inflamatorias y la composición fisicoquímica.
En segundo lugar, la mala calidad se puede deber debido a las obstrucciones de los conductos espermáticos. Cualquier obstrucción de los conductos espermáticos, del conducto eyaculador o de la uretra puede impedir la eyaculación del semen. Las oclusiones son una causa habitual de infertilidad. Pueden deberse a infecciones (entre ellas, las enfermedades de transmisión sexual – ETS) y en ocasiones se pueden eliminar para restablecer la fertilidad. Si hay una oclusión estructural, puede ser necesaria la cirugía, mientras que una oclusión de origen infeccioso se puede tratar con antibióticos. Si no se puede suprimir la obstrucción estructural, se realiza una biopsia o una punción de los testículos para obtener semen
En tercer lugar, hay que hablar de los factores hereditarios, ya que en ocasiones los conductos deferentes no hay deficiencias, y se producen espermatozoides pero la anomalía anatómica les impide llegar a eyacular. En este sentido la cirugía juega un papel clave, pues sin ella se pone en peligro el éxito de la fecundación.
También un hombre puede ser infértil si su organismo no produce suficiente testosterona o gonadotropinas (FSH y LH). La disminución de la calidad del semen de origen hormonal es un fenómeno más bien infrecuente. Los deportistas de alto nivel que recurren a determinadas formas de dopaje hormonal experimentan una alteración de su fertilidad (este fenómeno desaparece en algunos casos una vez que se interrumpe el dopaje). Esta disfunción hormonal guarda relación con alteraciones de la secreción de diversas glándulas, como el hipotálamo, la hipófisis, el tiroides o los testículos.
Por último, la infertilidad puede deberse a la criporquidia, que es cuando los testículos no descienden al escroto en el primer mes después del nacimiento. También puede deberse debido a las varices en el escroto, a las alteraciones de la sexualidad y la edad. En cualquier caso, lo mejor para saber la calidad de nuestro semen es acudir a los centros de donación como el mencionado antes IVIdono.