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¿Están las cachimbas recomendadas para relajarse?

Con tanto estrés, preocupaciones y prisas por culpa del trabajo, las deudas y un sinfín de cosas más que puedan estar rondando por nuestras cabezas, el ser humano acaba buscando de forma inevitable la paz y la tranquilidad de múltiples formas ya sea leyendo, dando un paseo por la playa o incluso yendo de fiesta con amigos. Pero también hay que ser precavido a la hora de tomar ciertas decisiones ya que, a veces, por querer desconectar de la rutina o de altas dosis de estrés, podemos llegar a tomar ciertos hábitos que pueden no ser recomendables para nuestra salud.

El uso de la cachimba está muy popularizado cuando se habla de relajarse con amigos, pero, ¿Qué tan beneficioso es esto para nosotros? En este artículo veremos cuáles son los puntos positivos y negativos de esta práctica y comprobaremos si realmente es recomendable para aquellos que busquen alcanzar un estado de tranquilidad de forma segura.

¿Qué son las cachimbas?

Las cachimbas son aparatos de fumar (dicho de manera sencilla) que funcionan a base de agua, carbón y especias. Son muy diferentes al resto de artículos relacionados con el tabaco, cómo lo son los cigarros o los famosos vape.

Su principal diferencia, es que este tipo de productos, como bien saben los profesionales de Bloom Shisha, ofrecen una gran variedad de opciones a la hora de fumar; puedes fumar sabores de frutas, de chocolate y hasta de distintas tartas ¡imagínate! De igual forma, estos productos son muy personalizables y en cierto modo se parecen más a los vape, que a un cigarrillo corriente.

Su historia se remonta a varios siglos atrás. Originarias de la India, surgieron en la región del norte de África y Medio Oriente antes de extenderse a otras partes del mundo. Su curioso diseño consta de un recipiente con agua en la base, un tubo vertical y una boquilla a través de la cual se inhala el humo.

Históricamente, las cachimbas tienen sus raíces en la cultura persa del siglo XVII, donde eran utilizadas como símbolos de estatus y se asociaban con la aristocracia. Desde entonces, su popularidad se expandió rápidamente por el mundo árabe y más tarde llegó a Europa y otras regiones. Durante siglos, las cachimbas fueron un elemento central en reuniones sociales, donde la gente se reunía para disfrutar de la compañía, la conversación y el ritual de fumar.

En sus inicios, el tabaco utilizado en las cachimbas estaba mezclado con melaza y frutas, lo que le otorgaba un sabor distintivo, y a medida que esta práctica se propagaba, las cachimbas se convirtieron en una tradición arraigada en diversas culturas, a menudo ligada a la relajación y el placer compartido entre amigos.

Sin embargo, es importante señalar que la cachimba no solo ha sido asociada con momentos recreativos, ya que, a lo largo de la historia, diferentes sociedades también la han utilizado con fines ceremoniales y espirituales. En algunas culturas, se consideraba un medio para la reflexión y la meditación, creando un ambiente propicio para la contemplación.

En tiempos más recientes, la cachimba ha experimentado un crecimiento en popularidad en diversos lugares del mundo, especialmente en cafeterías y “lounges” especializados, y, aunque la percepción de las cachimbas haya evolucionado, aún persiste el debate sobre sus efectos en la salud y si realmente cumplen con el propósito de ser una herramienta saludable para la relajación.

Beneficios e inconvenientes.

Algunos argumentan que fumar cachimba puede proporcionar una experiencia relajante y gratificante, ya que la suavidad del humo y la variedad de sabores que podemos disfrutar pueden convertir ese momento en un instante placentero para aquellos que buscan momentos de distracción y aceptación social.

No obstante, es crucial examinar los posibles beneficios desde una perspectiva equilibrada: algunas creencias sostienen que el uso de la cachimba puede ser menos perjudicial que fumar tabaco de manera tradicional, ya que el agua en la base podría filtrar parte de las sustancias nocivas, además, y, además, también se piensa que la baja concentración de nicotina en la cachimba podría acabar causando menos adicción en comparación con los cigarros tradicionales.

Sin embargo, estos supuestos beneficios deben ser puestos en una balanza con una serie de inconvenientes, puesto que, a nivel de salud, fumar cachimba implica la inhalación de sustancias tóxicas y carcinógenas que pueden contribuir a problemas respiratorios, cardiovasculares y, potencialmente, al desarrollo de enfermedades crónicas. Además, el hecho de que contengan menos nicotina que el tabaco normal, no significa que en cierto modo no sea adictivo.

Y es que, si hay algo de lo que no podemos sentirnos nada orgullosos es de las cosas que hacemos a veces por aceptación social ¿verdad? Las personas que ingresan en un nuevo grupo de amistades, tienden a estar preocupadas por no encajar, y el problema está en que, si en dicho grupo se tiene por costumbre fumar cachimba a diario, todos y cada uno de ellos acabarán sucumbiendo a este hábito para no ser apartados del resto, lo cual acabará convirtiéndolo en una sustancia de uso diario, adictiva y recurrente.

Otro aspecto que debemos considerar es el riesgo de transmisión de enfermedades con riesgo de infección, ya que compartir la boquilla de la cachimba es común en grupos de amigos.

En conclusión, a pesar de que algunas personas encuentren relajación al fumar cachimba, sigue siendo algo peligroso para la salud. Por ello, es fundamental tomar este hábito con responsabilidad y conciencia acerca de las posibles consecuencias que tiene, y, sobre todo, recomendamos que la persona interesada considere alternativas más seguras para cuidar su salud del humo y las sustancias tóxicas del tabaco.

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