¿Sabes quiénes fueron las primeras mujeres odontólogas? Este post está especialmente dedicado a ellas, así como a todas aquellas mujeres emprendedoras, que han sabido adelantarse a su tiempo, demostrando, que a pesar de las limitaciones impuestas por la sociedad, siempre han existido mujeres luchadoras, que con sus actos, han puesto su granito de arena para cambiar el mundo. A todas ellas, gracias.
Es cierto que a día de hoy es muy común que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad, ya sea en el campo de la medicina, de la política o de la tecnología. Pero no siempre ha sido así, afirma Patricia Aneiros, propietaria de la clínica que lleva su mismo nombre en Ferrol. En esta clínica, todo su equipo de profesionales, está formado por mujeres, formadas y capacitadas, conocedoras de las nuevas tecnologías y en constante formación, para poder ofrecer a sus clientes, los tratamientos más avanzados y la atención más personalizada.
Durante mucho tiempo, el trabajo de las mujeres estaba limitado al trabajo doméstico, y a los trabajos reproductivos y relacionados con el cuidado. Los hombres, en cambio participaban en la vida pública, lo que les daba, sin duda, una enorme ventaja frente a las mujeres, un sector, al que no se le permitía, en muchos casos, el acceso a una educación que les permitiera salir de su situación de dependencia. El conocimiento es poder, decía el filósofo Francis Bacon. Y es cierto, gracias a el, las mujeres consiguieron cambiar las cosas, y aunque todavía queda mucho camino por andar, lo cierto es que se ha hecho mucho en muy poco tiempo.
Adelantadas a su tiempo
Las mujeres odontólogas, no han existido siempre, y para llegar hasta donde han llegado hoy, han tenido que recorrer un duro camino lleno de baches e impedimentos, que han sabido salvar con éxito. En este artículo, queremos contarte la historia de estas mujeres pioneras.
En Europa, la primera mujer odontóloga fue la abadesa Hildegarda de Bingen en el siglo XII, autora de libros sobre medicina, en los que por primera vez una mujer hablaba de consejos para mantener una buena salud dental. Todo una mujer adelantada a su tiempo. Fue una santa, compositora, escritora, filósofa, científica, naturalista, médica, polímata, abadesa, mística, líder monacal y profetisa alemana, y que también fue conocida como la sibila del Rin y como la profetisa teutónica. Una auténtica mujer de pies a cabeza, considerada una de las personalidades más influyentes de la Edad Media y de la historia de Occidente y una de las figuras más ilustres del monacato femenino, dotada de una inteligencia y cultura fuera superior y una de las escritoras de mayor producción de su tiempo, además de ser considerada por muchos expertos como la madre de la historia natural.6
En la Edad Moderna, en Francia se permitió a las mujeres trabajar como barberas, que también se dedicaban a la extracción de piezas dentales, aunque esto no se autorizó a las mujeres en todos los reinos de la época.
Ya en el siglo XVII fue cuando se permitió a las mujeres trabajar como odontólogas. Entre las primeras dentistas destacan mademoiselle Hervieux y mademoiselle Calais.
La primera mujer graduada en odontología fue la británica Lilian Murray-Lindsay en 1895, que poco después fue nombrada presidenta de la British Dental Association, consiguiendo así ser también la primera mujer en ostentar tal cargo.
En este país, las primeras dentistas no podían ejercer como los hombres, sino que tenían que hacerlo de forma precaria y siempre ocultas. Ellas no podían crecer profesionalmente, ya que tenían que ocuparse del cuidado de la casa, de su esposo e hijos, así como de otros familiares que así lo necesitasen. Las Universidades y Academias no las querían, y tanto las instituciones como las familias, no creían en las mujeres. Su educación era lo de menos. Lo importante era que cumplieran su trabajo como cuidadoras. La división del trabajo a eso las había relegado y casi nadie, sobre todo la población masculina, tenía demasiado interés en que esto cambiase.
Doña Polonia Sánchez es una de las primeras mujeres odontólogas de España, por ello la han convertido en la patrona de los dentistas. Sus servicios, comenzaron a publicitarse en los medios de comunicación de Madrid, un hecho que no estuvo exento de polémica y por lo que sufrió las críticas de gran parte del sector odontológico de la época.
Manuela Aniorte, fue la primera mujer en escribir un libro de odontología en 1873, “El arte del dentista” y fue esposa de Francisco de Sales, también odontólogo, y que pudo trabajar como dentistas al heredar el título de su marido muerto.
En el año 1883 Alfonso XII permite que las mujeres ejerzan como cirujano-dentistas, pero no será hasta 1910 cuando se permita su acceso a la universidad. Sin embargo en los archivos la primera mujer graduada en odontología data del año 1908, y fue Clara V. Rosas.