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¿Temor al dentista?

Por regla general, tenemos un miedo terrible en España a todo lo que tenga que ver con ir al dentista. Esto se puede entender desde tres puntos de vista: el primero está relacionado con el miedo patente que tenemos a que nos haga daño, el segundo está directamente conectado con el precio que tenemos que pagar para acudir a una de estas consultas y el tercero, que podemos entender que sea el peor de los tres, es el de la vergüenza que implica enseñarle nuestra boca a un desconocido y mostrarle todas las carencias que tenemos en ella.

Tenemos que estar tranquilos en lo que tiene que ver con esos dos primeros miedos. Es bastante complicado que un dentista nos haga daño puesto que cuenta con la mejor tecnología del mercado. Por otra parte, lo que afecta al bolsillo ya no tiene nada que ver con lo que era antes. Ahora hay mucha más competencia gracias a Internet. En lo que respecta a estos dos primeros casos, las cosas suceden, como vemos, justo al contrario de como nos las imaginamos.

El miedo a ir al dentista es algo contraproducente en nuestra sociedad. Es difícil entender cómo puede tener alguien miedo a un especialista que únicamente pretende mejorar el estado de una parte tan importante de nuestro cuerpo como la boca. El miedo a acudir al dentista afecta al 15% de la población española. Desde luego, es un dato que incluso es menor de lo que nos podíamos esperar, porque la sensación de que la población le tiene miedo al dentista es algo que parece mucho mayor.

El portal BBC News publicó un artículo en el que daba 8 cuestiones con las que podemos evitar tener que acudir al dentista con miedo.

– La primera de ellas tenía que ver con la necesidad de dar con un dentista comprensivo.

– En segunda instancia, acudir a la clínica antes de la primera consulta era asimismo necesario.

– Elegir una cita a primera hora es necesario para evitar acumular miedo durante el día.

– Llegar a tiempo puede ser contraproducente y servir solamente para seguir generándonos miedo.

– Una primera cita que sirva solo como revisión sería ideal.

– Acordar una señal para momentos incómodos es fundamental con tu dentista y reforzará la confianza que tenéis el uno en el otro.

– Llevar tu propia música es imprescindible para sentirte cómodo, relajado y bien.

– Finalmente, puedes plantearte la sedación si tienes alguna fobia grave.

Tenemos mal enfocado eso de ir al dentista en nuestro país. Principalmente porque la palabra que solemos tener asociada a eso es la de «miedo», mientras que lo que nos debería dar miedo realmente es tener la boca repleta de problemas. Desde la Clínica Dental Collado Villalba nos han comentado que llevan algún tiempo desarrollando estrategias de márketing que tienen eslóganes similares a los que acabamos de mencionar y que estas estrategias funcionan a la perfección entre todo tipo de personas.

Cuestión de mejorar nuestra calidad de vida

Es evidente que temer a nuestro dentista es algo que puede suceder entre los niños pequeños, pero que nunca debe ser algo habitual entre los adultos. Estaba justificado en el pasado tener un cierto miedo a causa del montante económico al que iba a ascender la factura, pero ahora las cosas han cambiado y ese miedo se tiene que haber esfumado. No hay ninguna razón para seguir temiendo y seguro que muchas de las personas que estáis leyendo este artículo sois testigos directos de este asunto.

Esperamos que, dentro de algunos años, ese miedo se termine por disipar. Es algo necesario para nuestra sociedad y que, eso sí, cada vez parece que estamos controlando en una mayor medida. Hay que pensar en la cantidad de beneficios que va a tener, en nuestra vida, que el dentista sea capaz de identificar los problemas que tenemos en la boca y de darles una solución eficaz. En cuanto hayamos conseguido ver esto como algo completamente lógico, habremos dejado de confundir a nuestro mejor amigo con el peor de nuestros enemigos.

 

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