¿Cuál es el factor clave que hace que una empresa funcione con la eficacia y eficiencia que necesita para cumplir sus objetivos en tiempo y forma? Este es, sin lugar a dudas, el interrogante que sirve de germen a todas aquellas personas dedicadas al mundo de la empresa o a todas las que tienen cierto interés en él. Y es un interrogante ciertamente duro de resolver. Son pocos los que dan con una fórmula definitiva del éxito, si es que pueda llegar a afirmarse que existe.
Nosotros creemos que sí, que realmente existe una manera en la que una empresa puede conseguir un gran nivel de eficiencia y productividad. Es evidente que esto depende de un gran volumen de factores como lo pueden ser el nivel de preparación de los empleados, los recursos con los que cuente la entidad, la publicidad que realice… Pero ninguno de ellos es ese factor clave del que hablamos. Esa llave del éxito, en especial en lo que se refiere a empresas de gran tamaño, es el que proporciona la logística.
La logística afecta a todo aquello que tenga que ver con el almacenaje y la distribución de nuestros productos. Hablar de logística es hacerlo de medios de transporte de mercancías, pero también de almacenes en los que guardarlas hasta que tengan que ser enviadas a cualquier lugar. Grandes empresas como Amazon o El Corte Inglés han iniciado una competencia mutua que tiene en la logística la principal batalla.
Muchos y muchas os preguntaréis por qué. La cuestión está directamente ligada con la irrupción del ecommerce. Empresas como las descritas están contratando enormes naves industriales en municipios como Cabanillas del Campo, Azuqueca de Henares o Illescas, desde los cuales poder distribuir sus mercancías en Madrid en un tiempo razonable a todos sus clientes. En pleno auge del ecommerce es cada vez más importante disminuir los plazos de entrega… y para eso es necesario estar presente en el interior de las ciudades, aunque sea con naves más pequeñas. Así es como lo vemos nosotros.
En nuestra opinión, son muchas las grandes empresas que están dejando de lado la posibilidad de obtener pequeños almacenes en las grandes ciudades por disponer de grandes superficies en ciudades o municipios situados a 30 o kilómetros de distancia de sus clientes potenciales. Esto, teniendo en cuenta lo importante que es hoy en día ser ágil en la distribución de todas las ventas, es un error. Hablando con los profesionales de Stock Alpha, una entidad operadora logística de Madrid, nos hemos dado cuenta de que compartimos la misma opinión, una opinión que, no obstante, todavía no está aceptada por la mayoría de las grandes empresas españolas: la de apostar por instalar pequeños almacenes en los centros de las ciudades para disminuir los tiempos de entrega.
La contratación logística, en una expansión absoluta
Una de las razones más evidentes que argumentan que estamos viviendo la recta final de la crisis económica es el volumen de contratación logística que se viene registrando en los últimos tiempos. La verdad es que no es moco de pavo la cantidad de metros cuadrados de almacenes que se están comprando o alquilando en nuestro país. Según el portal web Eje Prime, durante los nueve primeros meses del año pasado ese volumen se había incrementado en un 57% en Madrid. Ahí es nada.
Fue, sin embargo, el portal web Transporte Profesional el que dio el conjunto de los datos globales del año 2017, afirmando que el volumen de crecimiento de la contratación logística correspondiente a Madrid durante ese periodo de tiempo fue, en total, de un 126%, una noticia que pone en evidencia que las empresas están volviendo a moverse y que pone en aras de la recuperación a un país que se ha visto con el agua al cuello durante mucho tiempo.
Es evidente que, para hacer frente a los nuevos retos que nos está planteando la sociedad moderna, todavía es necesario hacer algunos pequeños ajustes en materia logística. Todavía son pocas las entidades que han hecho caso al consejo que aquí os hemos proporcionado. Pero la verdad es que se han dado cuenta de la gran cantidad de beneficios que puede llegar a tener el simple hecho de contar con un almacén en el centro de Madrid o de Barcelona. En el futuro, esta será la diferencia entre la prestación de un servicio normal o una prestación de primera calidad.