El transporte de mercancías, sea a nivel nacional o internacional, es uno de los asuntos pendientes de resolver en cuestiones de sostenibilidad. Lograr el objetivo de suprimir o eliminar en la medida de lo posible, las emisiones de CO2 producidas por los vehículos pesados, aviones y barcos utilizados en mayor medida para el transporte de mercancías y viajeros, es una asignatura pendiente.
Desde Transportes Internacionales, corroboran la necesidad de encontrar un punto de equilibrio que aúne, eficiencia y sostenibilidad, a la hora de realizar este tipo de transportes, tan importantes para la sociedad. La mayoría de transportes de mercancías se realizan por los medios ya citados. El tren, elemento de transporte, sostenible donde los haya, no resulta tan rápido como pueda serlo cualquiera de los otros medios. Donde el avión es sin duda, el más rápido y el camión uno de los más utilizados.
En la incesante lucha que se está llevando a cabo frente al cambio climático, el sector del transporte es uno de los mayores emisores de CO2 que hay que reducir. Tanto a nivel de movilidad urbana, transporte de viajeros como de mercancías, se esta abordando el reto que culmine en el cambio. Moverse en bicicleta, vehículos eléctricos y transporte público, son las alternativas que están ganando terreno en detrimento del transporte privado.
Sin embargo, en el sector de las mercancías y el transporte de personas a larga distancia, las alternativas no son viables. Una de las acciones planteadas, es incrementar la utilización del tren para el transporte de mercancías. La cuota en España, es con mucho, inferior a la del resto de Europa, situándose en un cuatro por ciento, frente al dieciocho de otros países de la Unión Europea.
Mientras se soslaya el problema real que representan los medios de transporte actuales, altamente contaminantes, se trazan otras líneas de ataque para minimizar el impacto del sector en el medio ambiente.
Esos frentes abiertos, están siendo atajados gracias a las sostenibilidad y la digitalización, cuya misión es trabajar en conjunto para realizar una gestión más eficiente de los citados servicios.
Como viene siendo habitual en cuestiones de sostenibilidad, la tecnología juega un papel primordial para resolver los problemas derivados de la mala cabeza del ser humano.
Como la tecnología ayuda al medioambiente
Paradójicamente, la tecnología es remedio de su propio mal. Los avances tecnológicos que el hombre ha ido logrando a lo largo de su existencia, han sido en según que aspectos y momentos, culpables del maltrato que hemos procurado al medio ambiente.
Quien hace la ley, hace la trampa y ahora, de unos años atrás, le toca a la tecnología, ser el remedio de esa enfermedad, cuyo pronóstico, puede considerarse, reservado. El planeta nos lo exige y nosotros, se lo debemos. En lugar de seguir actuando como un cáncer, debemos convertirnos en la cura. Por ello, las nuevas tecnologías son parte fundamental en este tratamiento de choque.
En lo referente al sector del transporte, del que venimos hablando, estas tecnologías, son el complemento que impulsa a la propia industria del motor para que los vehículos pesados, cuenten con motores que emitan menos CO2, se organicen las expediciones de forma eficiente, se optimicen las cargas y se mejore la operativa.
Contar con motores cada vez menos contaminantes, es una de las soluciones; añadir el plus de la tecnología aplicada a la transformación digital, deriva en un paso importante en el sector de las mercancías. Gracias a la digitalización y todas sus posibilidades, el transporte de mercancías deja de ser una actividad básica y simple como el mero traslado de una mercancía de un punto a otro, para convertirse en un eslabón más, dentro de la cadena de suministro.
Con el objetivo de alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono de los millones de vehículos pesados que circulan por el planeta, antes del año dos mil cincuenta, se están tomando las medidas pertinentes. A la dificultad propia de la ambición que representa este objetivo, se añaden las propias existentes dentro de cada segmento del sector.
Para entender esto solo hay que comprobar que en la parte concreta de la distribución urbana se han dado grandes pasos, gracias a la electrificación de los vehículos. Sin embargo, esta solución no es válida para el transporte de mercancías pesadas a larga distancia.
A la tecnología le queda un largo camino por recorrer para poder cambiar ciertos aspectos y mejorar los medios de transporte hasta el punto de que se eliminen o neutralicen esas emisiones. Poco a poco se avanza en ese camino, mientras tanto, otras aplicaciones tecnológicas, pueden, de hecho, así lo hacen, minimizar esos daños.
Digitalización para optimizar
Optimizar para ser eficientes es una de las claves de la sostenibilidad. Dado que el transporte es un elemento fundamental para que las mercancías lleguen a su destino en el tiempo y forma requeridos para su comercialización, es esencial que evolucione de forma favorable, para el planeta y para cumplir su misión.
Sin un buen servicio de transportes para abastecer la demanda y movilizar las mercancías, la producción de las fábricas no podría llegar al consumidor. La misión del transporte es llegar a todas partes y cubrir todas esas necesidades de los consumidores, de la oferta y la demanda.
Cuando una empresa de transportes se considera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, cuenta con un valor añadido. Las propias empresas del sector son las más interesadas en prestar servicios mas sostenibles que estén a la altura de las políticas de responsabilidad medioambiental de los clientes.
Como venimos comentando, la evolución tecnología en lo referente a los vehículos pesados y el resto de transportes de mercancías, no alcanza todavía la madurez necesaria para ser aplicada. No obstante, la reducción de emisiones, surge de una combinación de factores: vehículos menos contaminantes, técnicas de conducción eficientes y uso de nuevas tecnologías. Con estos factores se mejora el rendimiento consumiendo menos recursos (en este caso, combustible).
La baza de las nuevas tecnologías, juega un papel fundamental para la implantación de los factores citados. Ayudando en la gestión de las flotas, haciendo la misma mas eficaz y eficiente. Apoya un mantenimiento predictivo de los vehículos que conforman la flota. Optimiza las operaciones y mejora los aspectos administrativos.
Dentro de la digitalización y gracias al uso de programas y aplicaciones que facilitan todos los procesos, optimizándolos y ayudando a crear rutas más rápidas (a mayor rapidez, mayor eficiencia), existe otro punto clave que aporta un valor añadido: la eliminación del uso del papel.
Algo tan sencillo como minimizar el uso de papel en todos los tramites y gestiones inherentes al transporte, se convierte en una importante medida en lo que a sostenibilidad se refiere.
Esto interfiere directamente en la mejora de la gestión documental y la propia facturación. Además de propiciar la trazabilidad de los productos y mercancía con los que se trabaja.
La cadena de suministros, genera muchas emisiones, desde su inicio hasta su fin. A su vez, el papel utilizado para la documentación necesaria, que es mucha, repercute por igual en el medio ambiente. Reducir todo lo posible las emisiones y el uso del papel, entre otras cosas, constituye una mejora para todos.
Mientras se alcanzan los objetivos propuestos, lo mejor que se puede hacer, es minimizar el impacto en la medida de lo posible. No se puede eliminar el transporte de mercancías, ya que se trata de algo fundamental para que todo el mundo pueda acceder a los productos, sean básicos o no. Pero si se puede hacer que los viajes disminuyan optimizando los procesos y las rutas a seguir.